Aníbal Pinto
La plaza Aníbal Pinto para mi es uno de los mejores lugares para relajarse y sumirse en observación de Valparaíso.
Lleva el nombre del Presidente de Chile que gobernó desde el año 1876 al 1881. Mucho no sé de este caballero, más de lo que me pueda entregar Wikipedia. No sé si le gustaba observar a la gente como yo lo hago hoy en su plaza, no creo que tuviera tiempo, pero en la plaza que lleva su nombre me voy a mirar por una ventana imaginaria.
Si me quiero estresar me voy a Pedro Montt, pero si debo dedicarle unos minutos (y a veces horas) a filosofar mientras espero la próxima hora de clases o juntarse con un amigo a tomar café, es este lugar para hacerlo.
Para mí es como una esquina famosa en Japón en la cual pasan a cada segundo un montón de personas. Acá no pasan tantas, lo cual es bueno para mi, así puedo observar a cada persona con tranquilidad.
De hecho, me gusta tanto que es ese lugar donde tomo la micro para irme a mi casa luego de la jornada de estudio: camino desde Las Heras a este lugar sólo para aprovechar lo mucho que se demora mi micro para tener tiempo de observar a la gente.
El simple hecho de ponerse al lado de la estatua para tener una mejor panorámica y puedes pasear tu vista desde donde vienen las micros hasta verlas irse, como si estuviese viendo a una hermosa mujer pasar. Y es un buen lugar para psicopatear un rato: uno puede ver a las porteñas, de todos los tipos y modelos, pasar como buses que no me llevarán a algún lugar…
Si que, si pasas entre las 15.30 a 17.00 capaz que me encuentres afirmando la estatua del señor Condell, héroe opacado por la bravura de Arturo Prat, pero es un héroe más de nuestra tierra.