Encerrado en un ascensor

Tenía un post rezagado sobre los viajes en troles, pero esto de vivir en Valparaíso te obliga a no planear tanto las cosas, porque en cada giro de estas escaleras hay guardada una sorpresa.

Hoy antes de grabar El Podcast de las Preguntas tenía que subir un cerro en uno de esos ascensores. Debo decir que soy un usuario senior de estos aparatos. Llevo años moviéndome dentro de esto funiculares y debo decir que he tenido varias experiencias: desde estrechar lazos con mi abuelo, hacerlas de guía turístico, comenzar una relación amorosa, ser escenario de una pasión desenfrenada e incluso el llorar el fin de un amor.

Pero desde el principio de los tiempos no me había pasado lo que me ocurrió hoy.

Me subí como cualquier día, pagué lo que hay que pagar y esperé que sonara el timbre que avisa que las puertas se cierran y que el viaje comienza. Una vez comenzado el viaje, no se avanzó mucho. El ascensor se detuvo espasmódicamente, todo quedó en silencio y así simplemente ME QUEDÉ ENERRADO EN EL CARRO, el ascensor no se volvió a mover.

En verdad, en este momento no he caído en pánico pero al ver al carro que quedó arriba, algo inclinado porque se DESCARRILÓ. Ahí me entró susto y alivio al no estar en ese carro.

Me quedé esperando, ya que, como novato, no sabía cual era el protocolo cuando algo así ocurre. Pero como vi muchos hombros encogidos decidí librarme de esta prisión, abrir la puerta y salir de mi encierro. Pero puta que es weveo tratar de abrir desde adentro un carro de un ascensor. Pero cuando escuché que venían los bomberos dije: Yo soy un hombre atlético, soy un hombre capaz, aunque me caen muy bien los bomberos, no necesito una cuadrilla para que me rescate. Si que, cuando vi llegar el furgón de Carabineros y el carro de rescate de la 8va compañía de bomberos, saqué fuerzas de flaqueza y abrí la puerta y logré llegar a la escalera que corre paralela al ascensor.

Claro, cabe señalar que los curiosos, cuando me vieron dentro del carro, no lograron disimular su risa. Pero salí medianamente digno de esta ocurrencia, lamentando no haber tenido una cámara fotografica…

¿Te has quedado encerrado en un ascensor en Valparaíso?
¿No?
Te lo recomiendo.