23 julio, 2007

Ascensor Lecheros ...


En otro sector de Valparaíso, Al caminar por el Pasaje Quillota, cerca de la Avenida Argentina nos encontramos con el ascensor Los Lecheros, casa matriz de la compañía que lleva su nombre.

Al entrar por esa puerta, se da inmediatamente un nuevo aire. La controladora muy gentil pide que subas al carro y con una sonrisa esboza un comentario. Es una señora mayor pero de esas que al mirar pareciera ser que tiene demasiadas historias que contar acerca de los rieles. Sin embargo, la sorpresa, lo maravilloso está por venir. Una vista más que privilegiada de Valparaíso es la visual que se tiene a la hora de subir por este ascensor, ya sea de día o de noche es casi de película la vista que se genera desde ese ángulo de la ciudad.

En la estación alta se encuentra Justo Maturana, un constructor civil de 75 años que gracias a un proyecto ambicioso y de gran modernidad para la ciudad quedó a cargo de este ascensor en 1985. “la idea era construir un edificio de esos con forma de escala, como los que hay en Reñaca. Yo participé en la construcción del edificio Gloria por lo que el proyecto ya me era conocido y tratar de llevarlo a cabo en Valparaíso era todo un desafío” Lo tragicómico del asunto es que el señor Maturana en ningún momento quiso mantener el ascensor “Su ubicación es excelente para un edificio de estos que comento, por lo que yo tenía pensado demolerlo a toda costa”.

Pero la necesidad es mucho más fuerte y los dineros que disponía Maturana terminaron en otros proyectos por lo que el proyecto Los Lecheros, tuvo que esperar mucho tiempo hasta que el ex alcalde Hernán Pinto llegó un día a conversar con él acerca de los ascensores y los monumentos nacionales.

“Pero ¿por qué no pensarlo?, voy a tener más garantías y tal vez el negocio de los ascensores sea muy rentable … ¡UN ERROR! Ahora ando al tres y al cuatro con los gastos casi al borde y ¿la famosa ley de monumentos nacionales? Un fiasco con todas sus letras. Hay reparaciones que debo hacer de manera urgente pero me tienen llenando papeles en la oficina todo el santo día, una burla”

Incluso la ayuda que debería entregar el estado o en este caso más directo la municipalidad en el caso del señor Maturana no existe “por el hecho de que la casa matriz de mi compañía se encuentra en la ciudad debo pagar casi 90 mil pesos en pura patente. Falabella paga 25 mil pesos y sólo porque su casa matriz está en Santiago … yo presto un gran servicio a la comunidad es cierto que es un cerro chiquito pero los ascensores son parte de Valparaíso. Por desgracia nadie me escucha”

Pero toda desgracia parece no lamentar a su dueño, con una grata disposición y unas ganas de conversar gigantes cuenta historias del Lecheros, su máquina ensamblada en Inglaterra y de las piezas únicas que posee, del gasto de insumos y la grasa que ocupa este ascensor “que sólo la podemos encontrar en las bencineras Esso” También nos relata que sus cartas a El Mercurio de Valparaíso y a La Estrella son de casi todos los días, contándole a la comunidad porteña la verdadera realidad de los “no típicos” y la situación actual de los troles.

“Los ascensores no son rentables y eso todo el mundo lo sabe. Un alumno de la Santa María me prestó su tesis acerca de los ascensores y según un estudio realizado los municipales provocan 804 millones de pesos en contra a la municipalidad. Por esto gran parte de ellos se encuentran cerrados, como el Barón que tiene una vista y una maquinaria privilegiada”

Muchas veces la gente reclama acerca de los precios que tiene el Lecheros ($200 la subida y $180 la bajada) pero se entiende que al no recibir ayuda de ninguna parte y de cierta manera autogestionarse debe sacar el dinero de alguna manera y los bolsillos de los usuarios son los que sufren. “A pesar de que los precios son elevados, la gente entiende que es por su bien, a nosotros como compañía nos interesa mucho la seguridad de ellos así que cuando se los explicamos suben agradecidos.”

En el caso de las mantenciones, el señor Maturana nos dice que estas duran aproximadamente 4 horas si se tiene que cambiar un cable y que muy pocas veces han dejado paralizado el ascensor “Se entiende que la gente de este cerro sólo cuenta con este medio para llegar a sus casas por lo que las reparaciones si son muy grandes demoran alrededor de 2 días para no afectarlos” , pero la municipalidad ha tratado de cerrar el ascensor muchas veces ya que para el Lecheros es un ente fiscalizador “una vez nos cerraron un mes, pero trabajamos a toda máquina para volver al servicio”.

2 comentarios:

ElKine dijo...

Muchas veces me pregunto respecto a esta dualidad. No se puede mezclar los sentimientos con los negocios. Y claro si un negocio no es rentable... pero en fin, no es por eso que escribo, sino solamente que para señalar que nuestros ascensores son la imagen al mundo de nuestro querido valparaiso. Tenemos que cuidarlos, trabajo comun de nosotros usuarios, dueños y gobierno.

Sauce dijo...

Un post de los que me encanta leer en este blog.

Es una pena en verdad por que este ascensor no se encuentra en el sector "típico" que genera mucho más entradas por el turismo.

A veces me pregunto cuanto costará hacer una re-ingeniería, modernizar un poco el servicio para buscar la forma de hacer las mantenciones o reparaciones con un menor costo. Pero claro, haciendo esto se pierde el estatus de monumento (que al parecer brilla por su ausencia como lo dice Don Justo).

No sé, es como para pensarlo y como para visitar más seguido ese ascensor.